Autores
Patricia Cifre Wibrow
Palabras clave
Tiempo, duración, memoria, Física, Fisiología, Psicología

20 diciembre, 2011

Cita

La medición del tiempo de los fisiólogos no se diferencia de la de los físicos. Tanto físicos como fisiólogos recurren a los relojes, miden el paso del tiempo en segundos (o fracciones de segundo) de acuerdo con nomenclaturas internacionalmente válidadas.
Los fisiólogos parten del presupuesto -proveniente de la física clásica- de que el tiempo avanza uniformemente y siempre en la misma dirección. Ése es un tiempo unidimensional. Argumentaciones relativistas están por lo general más allá del alcance de teorías fisiológicas. Los relojes de todos los fisiólogos avanzan al mismo ritmo, la simultaneidad no plantea problemas. Se da por supuesto que el pasado y el futuro únicamente están separados por un intervalo infinitesimal, que es el presente. Ni el pasado ni el futuro existen. Y sin embargo el pasado continúa actuando, en tanto que causa de la situación actual y en tanto que rastro de memoria.
Para la física de la relatividad con su contínuo cuadrimensional, el presente no constituye un momento particular («»Zeitpunkt»»): los argumentos ontológicos no tienen importancia. En tanto en cuanto se ocupan de la percepción, del aprendizaje y la memoria, para el fisiólogo y el psicólogo, en cambio, sí hay una diferencia fundamental entre el presente y el pasado. El pasado perdura a través de lo percibido, lo aprendido, lo recordado. Estos tres fenómenos, la percepción, el aprendizaje y la memoria implican una duración. No son acontecimientos momentáneos de un presente homogéneo, sino procesos que requieren tiempo…

Ernst Florey: «»Cerebro y tiempo»», en: Siegfried Schmidt. Gedächtnis. Probleme und Perspektiven der interdisziplinären Gedächtnisforschung. Frankfurt am Main: Suhrkamp 1991, 174.

Glosa

También la física mira hacia atrás para explicar el presente, reconstruye las causas para explicar los efectos, pero estas causas no perduran y continúan actuando más allá de su efecto inmediato. En el ámbito fisiológico o psicológico sucede, en cambio, lo contrario: los choques e interferencias que impactan en una conciencia, o en un cuerpo con conciencia, continúan actuando a través de la memoria del cuerpo o de la mente, siendo el ""shock"" y el ""trauma"" las formas más pertinaces de inscripción rememorativa. Es en este sentido en el que cabe decir que el dolor, tanto físico como psíquico, es una forma de memoria, una memoria que tiene el efecto de dilatar el tiempo, justificando un uso distinto del concepto de ""duración"" del que rige en Física. Por más que la medición del tiempo se efectúe en unas y otras disciplinas a través del mismo sistema métrico, varía, por lo tanto, la forma de concebir la interrelación entre pasado, presente y futuro desde el momento en que para la Fisiología y para la Psicología el pasado pervive de otra manera en el presente de lo que sucede en el caso de la Física.